Me siento como Carod

Hace tiempo en el programa "Crónicas Marcianas" dos de sus contertulias discutían a pesar de que estaban de acuerdo en lo mismo; y me pregunto si es posible que dos personas que lleguan a una misma conclusión, pero a través de distintos razonamientos tengan que estar de acuerdo o por el contrario no consigan acercar posiciones. Supongo que esto le pasaba a Ángel Acebes y a Carod-Rovira cuando ambos no estaban de acuerdo con que se aprobara en un referendum el "Tratado por el que se establece una Constitución Europea". Ya les debió costar buscar una posición poco apoyada cuando encima tenían que tener como aliado intelectual a su contrincante político. A mi eso me pasa bastante cuando ojeo ese semanal "de humor" llamado "Época" sobre todo cuando se dedican a hablar de Alejandro Amenabar y su última película "Mar Adentro". Seguramente será más fácil que George Bush eche un piropo en público a Bin Laden que yo reconozca algo positivo de este director, pero a pesar de que su cine es indefendible, aburrido y empalagoso no creo justas las críticas que desde esta revista se le hacen. Se le puede acusar a Amenabar de poco original, de mal guionista etcétera, pero que no carguen las tintas en la temática de la historia. Cada uno tiene sus propias ideas sobre los diversos temas y existe algo que se llama libertad de expresión. Hay una cita que me gusta mucho que viene a decir que a pesar de que no esté de acuerdo con las ideas que expones, daría mi propia vida para que pudieras mostrarlas. En el caso de Amenabar yo no llegaría a tanto, y lo que me molesta no son sus historias, sino como las cuenta.