Autostop

Ayer me llamaron de la bolsa de empleo de Singra donde estoy anotado porque habían escuchado en la radio una oferta de empleo que me podía interesar. Se trataba de un trabajo de Auxiliar administrativo para Pontevedra. Me dieron un teléfono y llamé. Me dieron una entrevista para hoy a las doce de la mañana. Desde donde yo vivo a Pontevedra hay algo más de treinta kilómetros y el servicio de autobuses (el único transporte que hay para llegar) es bastante deficiente. Se tarda una hora y la carretera es tan mala que casi siempre acabo mareándome. Y los horarios no son precisamente los más adecuados, así que esta vez decidí ir a dedo. Como no tengo mucha práctica empecé dos horas antes de tener la cita por si no me cogía nada tener la posibilidad de buscar una alternativa, pero por suerte no tuve que esperar más que unos diez minutos. Me cogió un chico llamado Sergio que es profesor de Yoga y que se dirigía a Santiago con su hijo. Estuvimos hablando un rato y me contó que estaría por la zona hasta agosto porque pensaba mudarse, que se cambiaría a otro continente. No me dijo cual, pero supongo que sería a Asia. En el coche tenía una figurita con forma de elefante, una pegatina con la imagen del elefante y una pequeña fotografía de una pareja de mediana edad con un estilo indio. Fue una media hora bastante relajante por la música que puso y que se dedicaba a entonar. Jamás había echo antes autostop pero es una buena idea porque además de ser rentable resulta de lo más enriquecedor porque conoces gente. En otra ocasión estando en Madrid (y quería ir a Bilbao) lo había intentado pero al final no tuve suerte. ¿La entrevista? Regular. Si no me llaman antes del próximo miércoles es porque no cuentan conmigo.